Te conozco hace poco pero siento que ha sido una vida la que he compartido a tu lado... y por eso se que ya no me amas como antes; porque al mirarme ya no me estremezco, porque al besarme te siento distante, porque al tocarme tus manos son frías, porque al hacer al amor lo ultimo que hacemos es eso... el amor.
Recuerdo la primera noche que estuve contigo te veías tan lindo a la luz de la luna con esa sonrisa única, con esos ojos que brillan cuando estas feliz y en ese momento supe que quería compartir el resto de mi vida solo contigo, recuerdo el beso que me diste, como te acercaste lentamente recorriendo con tu aliento mi frente bajando por mi nariz haciéndome vibrar por el deseo de estar contigo, llegaste a la altura de mi boca y por fin lo dijiste: ¡TE AMO! después de eso te acercaste a mi y no solo con tu cuerpo, por fin te sentía mío, solo mío. Fue entonces cuando pude sentirte tan cerca sentía tu pecho agitado tan apretado con el mío, tu pene que crecía cada vez mas, tus manos en mi cintura, en mis senos sobre la ropa, sentía como ibas bajando hasta que por fin me tocaste, dejaste de verme como una niña y me viste como una mujer tus palabras fueron - quiero estar contigo -entramos a ese cuarto que llenamos con nuestro calor mientras los besos pasaban de inocentes a salvajes y sensuales.
Me tiraste a la cama y mientras con tus manos recorrías mi cuerpo solo podía pensar que por fin iba a ser tuya desde ese día y para siempre. Sentí tu mano en mis muslos y notaste que yo ardía en deseo entonces dejaron de ser tus manos para ser tu boca la que me recorriera, de pronto bajaste el primer tirante del vestido cayo el segundo y ya la ropa no importo... recuerdo tu cara al ver mi cuerpo desnudo; esa mirada de deseo que no he vuelto a ver desde aquella noche, tus dedos recorrían mi vulva abriéndose paso entre mis labios vaginales para llegar a mi clítoris que tocaste he hiciste hervir, sentía los círculos que formabas alrededor de el, mientras con tu otra mano tocabas mis senos haciendo que mis pezones se endurecieran un poco más con cada roce de tu piel, mi cuerpo se arqueaba al sentir a mi hombre tomándome como lo había soñado tantas noches, te detuviste y te recostaste junto a mi y entonces fue cuando vi la erección que tenias. Me abalance sobre ti tomando con mis manos esa parte tuya que quería dentro de mi, al verla ahí no pude contenerme y lo bese y entonces ya no pude sacarlo de mi boca, podía escuchar tus gemidos de placer y sabia que lo gozabas tanto como yo... me detuve solo para recorrer con mis labios tu cuerpo hasta llegar a los tuyos y fundirnos en un beso y mientras lo hacia estaba grabando cada centímetro de tu cuerpo en mi mente donde seguirá por siempre...
Con un suave movimiento volteaste mi cuerpo y llegamos al otro extremo de la cama. Te sentía desnudo sobre mi deseándome como yo te deseaba a ti, tus dedos en mi cara, tus labios en mi pecho tu lengua jugando con mis pezones mientras con un dedo recorrías la cavidad de mi vulva, jugabas con mi clítoris y recorrías lo mas intimo que hay en mi, aún se me estremece mi cuerpo al recordar tu aliento sobre mi piel... esa noche la recorriste toda hasta llegar a mi vientre donde te detuviste por un momento solo para mirarme a los ojos y continuar con tu recorrido, fue cuando tus manos abrieron mis piernas dejando ante ti todo mi sexo para que fuera tuyo y solo tuyo sentí tu lengua correr por mis labios, sentí esos pequeños mordiscos que aun me hacen gemir tu lengua dando recorridos alrededor de mi clítoris y recuerdo también esos dedos que entraron en mi cuerpo mientras yo no hacia mas que gozar, no recuerdo como o porque pero vi tu cara mirándome, viendo como gozaba estar contigo y ya no pude contener mi cuerpo... el recorrido comenzó nuevamente pero esta vez lo recorriste hacia mi boca y tu aliento era mas agitado; tu lengua se detuvo un momento en mi pezón derecho mientras tu mano jugaba con el izquierdo haciendo que mi cuerpo se contrajera de la pasión que había en el continuaste con tu camino, llegaste a mis labios y por fin pude tocar tu cara y reflejarme en esos ojos miel que no he podido olvidar...
De nuevo comenzaron los besos que me llevaron a pedirte que estuvieras dentro de mi, -hazme por siempre tuya- dije y en ese instante pude sentir tu pene a la entrada de mi vagina lo sentí entrar lentamente y aumentar el ritmo poco a poco a la vez que el placer aumentaba también, nos movíamos juntos ya no controlaba mi propio cuerpo mi sexo tenia vida propia y tu se la habías dado, el ritmo aumentaba cada vez y yo creí llegar a la gloria, te abrace a mi, besabas mi cuello mientras subíamos y bajábamos. Podía sentirte podía olerte, podía recorrer tu espalda acariciar tu cabello, escucharte gemir... sentí una gota de sudor caer de tu frente a mi hombro recorrer mi espalda y perderse en la almohada, fue entonces cuando llegamos juntos al mejor orgasmo que he tenido en mi vida, sentí como inundabas mi cuerpo podía escuchar tu respiración agitada que me excitaba mas y mas y creí que ese momento no iba a terminar jamás...
Sentí como cayó tu cuerpo sobre el mío, abrí los ojos pude verme reflejada en los tuyos y fue entonces cuando supe cuanto me amabas... al sentir tus manos recorrer mi cabello tocar mis senos, mi sexo y al besarme como lo hiciste volviste a excitarte, yo lo pude sentir, tu pene revivió y supe que me deseabas como yo te había deseado desde el primer momento en que te vi. Estabas dentro de mi otra vez pero ahora no solo era tu cuerpo, era tu alma que estaba con la mía, eran tus pensamientos que eran solo míos ¡éramos uno!... lo fuimos por esa noche.
Recuerdo todo lo que paso esa noche y se que tu también... solo quiero que nunca lo olvides... que nunca me olvides.
Esta carta fue escrita solo para ti...esperando con ansias volver a estar contigo como aquel 14 de junio...
Por siempre tuya...
La mujer que más te ama
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