jueves, 3 de marzo de 2011

Sólo sexo

Esta es una entrada de la que no debería sentirme orgullosa...pero lo estoy, pues estos hombres que han sido pasajeros (o no tanto) en mi vida me han devuelto el auto estima, me han hecho verme nuevamente como mujer frente al espejo. Estas son las breves historias:

Los amigos.
Ellos amigos de toda la vida, recién conocidos para mi. En una de esas noches de copas me fue a un hotel con uno y cuando estaba creándome historias que no podían llegar a la realidad el otro llamó para que fuéramos por el a su casa, lo que nos llevo a otro hotel, en el que formamos una especie de trío. Cuando uno me penetraba al otro le hacía sexo oral, algo que me encanta... sentir 2 penes en mi cuerpo es delicioso uno de mis fetiches...
Cuando el primero estuvo "satisfecho" el segundo apenas comenzaba, entonces tuve de sobra tiempo para tenerlos y sentirlos. El primero ya cansado de nuestra primera faena no duró mucho y prefirió tomar una ducha después de un breve ménage a trois, pero el otro: ¡que manera de cogerme! de tener el control de mi cuerpo, de volteame y meterla, de manejar sus y mis orgasmos con tal voluntad, debo confesar que fue una noche interesante, pues hice posiciones de las que no me creía capaz, y lo disfrute, aunque me falto algo básico, ellos no me besaban en la boca, solo fue sexo, sin sentimientos y como las putas de las películas, sin besos en la boca.
Otra confesión: me sentí un poco mal después de esta noche, pues había sido usada cuando me habían prometido "amor" ¡ja!, pero entonces llego el siguiente.

El foráneo.
El es un amigo con el que me había acostado antes y con el que las cosas son diferentes, explico, la última vez después de haber tenido mucho sexo hablamos de novi@s , familia y sobretodo de novi@s, el juraba que me estaba enamorando de él pero la verdad es que solo me cae muy bien.
Con el las cosas son diferentes, pasa por mi, me trata bien, se intenta interesar en mi y el sexo por eso también es diferente. Debo contar que el tiene una imagen mía muy diferente de la real y tal vez por eso hemos seguido teniendo sexo, el cree que solo soy caliente pero no fácil, de hecho el cree que es el último con el que he tenido relaciones en los últimos 4 meses... y no quiero que se quite esa imagen de mi...
Estando en el hotel me desvistió de una manera en la que no lo hacían hace mucho, sin prisas, recorriendo mi cuerpo con sus labios, besándome hasta hartarse asfixiandonos con nuestro olor... sexo con tiempo. Lo miraba encima mio tocandome como si fuera a romperme, tratándome como una dama y hasta pidiéndome disculpas después de nalguearme una vez... fue sexo bonito... como de pareja... como lo que hacen las parejas. El tiene un don con las manos, me hizo llegar al éxtasis muchas veces solo tocando mi sexo masajeándolo suavemente, pero creo que lo más memorable fue haber terminado usando solo nuestras manos y al mismo tiempo, esa es una situación de unión muy difícil de encontrar y un momento que recordare siempre...
La confesión con el es que a pesar de sentirme extaciada al estar juntos a nuestro sexo le hace falta un poco de malicia, no es tan tradicionalista pero a mi me gusta un poco más salvaje, algo que se que no nacería de él y que insinuarlo cambiaría su imagen de mi y de vez en cuando es bueno que no te vean como solo una fácil...

El salvaje.
Él es uno de los "amigos para sexo" que tengo, es básico: yo tengo ganas le llamó, el tiene ganas me llama y podemos convivir frente al mundo como si solo fuéramos amigos. Las ocasiones pasadas había sido sexo extraño, alguna vez el estaba muy cansado y ni siquiera termino, alguna otra yo estaba muy ebria y lo presione a terminar, etc. pero la última ¡vaya que fue sexo! del más animal que he tenido, ese que te deja dolorido pero muy muy contento... casi me arrancó la ropa y me metió todo el pene en la boca atragantandome y diciéndome: -así, sigue así- mientras presionaba mas mi cabeza a su pelvis, ordenándome sentarme en él y guiando el ritmo en el que tenía que moverme; haciéndome sentir más y más excitada presionando mi clítoris mientras me venía provocando más gritos de placer... ¿lo mejor con él? el sexo anal; mostrando quien tenía el control sobre la relación, sobre mis orgasmo y sobre mi cuerpo, sintiéndolo entrar por mi ano y jalando mis pezones queriendo arrancarlos, provocando un orgasmo tras otro y haciendo que el siguiente fuera mejor... recuerdo que cuando estaba más cansada me dijo -mira- y al voltear pude ver su erección intacta... -¿donde quieres que termine- -en mi boca- respondí casi por instinto y se sentó sobre mi, inmovilizándome, sin la posibilidad de guiar mi boca a su pene y buscándolo como un pequeño a su biberón...
El punto malo: su actitud después del sexo, pues es el típico al que le estorbo después de terminar...

El malo.
Antes de comenzar esta mini-historia debo decir que espero que este hombre se convierta en la inspiración de muchas entradas y por lo mismo no profundizare como quisiera con él.
Él es un chico con mala actitud de esos que sabes que tienen pasado muy sucio, esos que encuentro sexies solo al mirarlos. Después de una breve platica me ofrecí a llevarlo a su casa, esto con las mas bajas intenciones, pues sabía que estando a solas tenía más posibilidades de estar con él. Justo afuera de su casa nuestra platica se volvió más caliente y sucia, justo donde quería que estuviera, y comencé a alabar mi manera de hacer sexo oral, pude notar como crecía su pene debajo de su pantalón y por fin se animo a decir:

-¿Quieres hacérmelo?
-Claro

Y sin dejar que dijera más me abalance a su boca, que besos tan ricos y alucinantes da mi hombre malo, metí mi mano en su pantalón y me encontré con una erección no completa e instintivamente lo lleve a mi boca.
Es un delirio para mi sentir como se erecta un pene completamente mientras esta en mi boca, tragarlo por completo y escuchar los gemidos que emiten mientras lo hago... con el fue aún mejor, de pronto comencé a oler humo y el mirarlo fumar mientras disfrutaba mi mamada me hizo alucinar, con la mano libre saco mi seno y apretó mi pezón de una manera que me hizo gritar de placer, se sintió más cómodo con la situación y comenzó a mover mi cabeza en favor de él sin importarle que estuviera casi a mi límite. Cuando no podía más levante mi cabeza para toparme con otro de sus alucinantes besos y sus candentes manos que ahora no estaban solo en mis senos sino también dentro de mi pantalón jugando con mi clítoris, el sólo recordarlo me hace sentirme húmeda de nuevo... que mejor manera de ahogar un grito de orgasmo que con un beso... mmmm
Baje de nuevo a su pene y lo metí en la boca perdiéndome en el sabor que tiene, en el olor y en la idea de querer saborear su semen, no tarde mucho en lograrlo, y fue delicioso poder probarlo, saborearlo y tragarlo...
¿Lo malo de esa noche? fue solo sexo oral... ¿lo bueno? ya pude repetirla... ¿lo mejor? se que esas no serán nuestras ultimas noches...

Estos, son 5 hombres a los que debo agradecer por muchas noches de mucho y muy buen sexo... y aunque no tengo una copa en la mano... brindo por las noches que vendrán.