martes, 20 de marzo de 2012

SOLO UN SUEÑO

Ella entra en aquel frío consultorio con miedo, se sienta confundida, triste y sola... mas sola que nunca...
Este es el 3er psiquiatra que visita en menos de 3 años, todos han tenido diferentes diagnósticos, ninguno le ha satisfecho. El primero un joven doctor (de no mas de 35 años) le ha dicho que no hay nada mal en ella "todo es pasajero, con estas pastillas deberás sentirte mejor" ha dicho antes de mirarla y sonreír. Nunca mas volvió.
El segundo un doctor con mucha experiencia le ha diagnosticado una severa depresión, con ataques suicidas (ja! descubierto justo después del 5to intento en 3 años), después de 3 tratamientos diferentes y justo cuando ella confiaba mas en el, el se va a un mejor puesto en una mejor institución, lujo que ella no puede pagar.
Así que ahora aquí esta, sentada en esa gran silla en la que se siente tan pequeña, rodeada de muchos títulos y reconocimientos esperando que "este sea el bueno", el que pueda ayudarle a saber que hay de malo en ella.
Mientras espera con la cabeza gacha y los ojos llenos de lágrimas (sin razón aparente) entra el nuevo doctor.
- Buenos Días
Ella alza la cabeza un tanto asustada al escuchar una voz femenina y tímidamente responde "Buenos Días".
La doctora se presenta y ella se siente un poco mas extraña al sentir la piel de aquella doctora, pues ese simple roce de mano la hace sonrojar.
- ¿Cómo se ha sentido últimamente?
"Extraña" quisiera contestar, pero algo le impide decirlo así, entonces solo pasa la siguiente hora hablando de vanalidades y hechos sin importancia solo para no decir la verdad; y es que la verdad es que se siente muy extraña.
No se mal entienda la palabra extraña en este texto y es que por lo general tendemos a equiparar extraño con malo, pero este no es el caso de ella.
Es viernes por la noche, ella se alista para salir con un nuevo chico, uno que cree que le gusta, no del todo, pues el chico es algo tímido y sus platicas son cortas y tajantes, pero el chico es agradable y la ha invitado a bailar. Ella se enfunda sus mejor jeans, aquellos que le resaltan las nalgas, una blusa con un escote bastante pronunciado, unas bota de aguja con las que se siente sexy y termina con unas gotas del perfume que mas le provoca.
Llegan a un bar conocido, hay mucha gente y comienzan a beber... una hora... dos horas y con el calor del alcohol el chico se acerca y la besa, un beso sin importancia, piensa ella. Él susurra cosas en su oído y ella finge estar en el mismo canal que él, se besan nuevamente y entonces la mente le traiciona: mientras besaba a ese chico, ella se calentó, puede sentir la húmedad de su vagina ¿que le ha provocado esto? Una chica con un pantalón de cuero negro, ver las perfectas nalgas de aquella chica la ha excitado... "Es solo por el alcohol" se dice a si misma y de nuevo se sumerge en los labios de su acompañante.
Es martes de nuevo... día de terapia y ahí se encuentra ella sumergida en si misma, hasta que la doctora le pregunta:
- ¿Que ha hecho esta semana?
"Excitarme con una chica" es la respuesta automática mental, se sonroja al pensar esto y sonríe antes de comenzar a hablar del chico con el que ha estado saliendo.
Esa noche ella no puede dormir y es que hay un sueño que la ha estado perturbando desde que conoció a aquella doctora:
"Ella entra en el consultorio y justo cuando la doctora la saluda, ella se despoja de la gabardina que lleva puesta para dejar al descubierto su cuerpo desnudo. La doctora al principio se sorprende pero después se levanta para recibirla con un beso. Roza con sus dedos sus senos provocando un escalofrío por todo su cuerpo.
Ella se entrega por completo a aquel contacto físico, desnudando poco a poco a la doctora entre besos, caricias y gemidos.
Es la primera vez que se encuentra en esta situación con una mujer, una situación tan real, pero quiere seguir, su cuerpo le pide mas. Toma a la doctora por la cintura y la acerca aun mas a ella, toma sus senos y los lame, quiere comerlos, acabarlos; roza con la lengua sus pezones quisiera estar ahí por siempre, acariciando aquel hermoso cuerpo desnudo, sus nalgas, sus piernas, su espalda, su cuello. Enreda sus dedos en aquel suave cabello y por fin descubre su sexo con la otra mano, abre poco a poco los labios vaginales pensando solo una cosa: quiere lamerlo, hartarse de ese olor, ese sabor, así que con un suave movimiento coloca a la doctora sobre el escritorio con las piernas abiertas y se hunde en aquellas nuevas sensaciones..."
Siempre despierta ahí justo cuando mas lo esta gozando.
Un día en terapia justo antes de concluir la sesión, ella pregunta:
- ¿Es malo tener sueños eróticos?
- No, no es malo
- Perdón, debí ser mas clara: ¿es malo tener sueños eróticos, con usted?
La doctora por un momento duda, pero recobra su posición profesional y responde:
- ¿Que has soñado?
Un poco avergonzada pero mas excitada, ella cuenta a detalle su sueño, puede sentir como sube el color a sus mejillas y (aunque fuera solo una ilusión óptica) siente que la doctora también esta un poco sonrojada. Al terminar su sueño la doctora solo se limita a contestar:
- Hablaremos de tu sueño en la siguiente sesión
Ella se levanta mas avergonzada que antes y se despide evitando el contacto físico con la doctora.
- Dirá que estoy loca- piensa durante toda la semana, pero cuando llega el día de la terapia se topa con una sorpresa:
La doctora se presenta al consultorio con otro doctor y le explican que no es sano tener aquellos sueños así que por profesionalismo y antes de que se vuelva algo "peligroso" será mejor que la atienda aquél otro doctor.
Así que aquí se encuentra, ella con su 4to. psiquiatra y teniendo aún aquellos sueños en los que su doctora se convertía en su amante.

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