lunes, 14 de febrero de 2011

PROHIBIDO II

El hombre prohibido, se me hizo vicio... me perdía en sus ojos, en su risa, en su platica, en sus brazos, en él. Siempre diciéndome que no podía ser más que una aventura que debía disfrutar... mientras durará.
El tiempo paso y el se alejaba, se volvió esquivo a mi: a mis encantos (que creo poseer aún), a mi piel, a mis besos, a mi sexo... ¿ya no me deseaba? ¿que pasaba por su cabeza? y como pasa en las películas, sentía que había una voz buena y una mala sobre mis hombros peleando a gritos, confundiéndome más:
- ¡No te quiere, nunca te quiso!
- ¡Nunca ha dicho eso, esfuerzate!
- ¡Quierete!
- ¡Quierelo!
- ¡Buscalo!
- ¡Dejalo!
- ¡No te merece!
- ¡No lo mereces!
- ¡Te usa!
- ¿Lo amas?
¡BASTA!
Y como he dicho siempre: mejor no hice nada. Deje que las cosas siguieran como iban con el corazón y la fe puestas en ese hombre que volvió a hacerme sentir calor en las entrañas al solo verlo, que me hacía humedecerme al verlo chupar su labio inferior después de un trago de soda... y pasó, volvió a desearme a verme con lujuria a tocar mis nalgas y mis senos con desesperación propia de quién arde en deseo... ¿y yo? Me entregué a su sexo cuántas veces el lo quiso sabiéndome... la otra...
Su historia es muy compleja, al igual que la mayoría de hombres que me atraen, el punto a resaltar es que yo creía que sólo eramos 2 peleando aquél amor... cuál fue mi sorpresa al saber que mi delicioso veneno tiene una lista interminable de amantes de una noche... el hombre perfecto... resulto ser solo un ideal de mi cabeza. No es que yo sea una santa, nunca lo he sido, pero nunca he intentado dar esa imagen, me encanta el sexo y lo demuestro a la menor provocación, él, él era diferente... por lo menos para mi.
La historia humana nos demuestra que el hombre es un ser enfermo que busca el amor más retorcido que le dan, me explico, aquellas historias de amor épicas que nos cuentan de niñ@s no pueden estar más lejos de la realidad, ¿de verdad el hombre se queda donde mejor lo tratan? ¿donde más amor le dan? si es así, entonces yo vivo en un mundo surrealista donde a los hombres les encanta que los humillen, los maltraten y se burlen de lo que son, porque es ahí donde vuelven... donde el volvió.
Y así es como sigue esta crónica, deje que mi cuerpo sintiera, lo que dio pie a que mi corazón latiera cada vez más rápido al sólo pensarlo, me enamoré y la vida me llevo al mismo punto cada vez que comienzo a sentir algo por un hombre: a la soledad... ¿como se llena la soledad? con más hombres...que al final me dejaran más vacía, buscando llenar ese vacío con un hombre que idealice, que me usara y que me llevará a más hombres...

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